Mis deseos, mis ambiciones, y los motivos que rigen mi vida, poco tienen que ver con este mundo y su totalidad. Sin embargo, vivo en este mundo, y para este mundo; a él me aferro sin reparos.
Mis certezas, que son pocas y maleables, se derivan de mis momentos de pesadumbre y de mis desencantos. Como joven así es más fácil. Cuando sea viejo, espero poder vivir de mis recuerdos.
Por eso mientras tanto, estoy a favor de mis preguntas, de mis ganas de meter la pata, de la poesía, y del pensamiento, aunque todo eso incomode como caminar bajo la lluvia.
Me gusta construir a pesar de los derrumbes diarios.
1 comentarios:
tenemos la edad para preocuparnos sobre la vida y el futuro...etc.pUFFFF
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