domingo, 28 de marzo de 2010

Nuevo mundo

Nuevo mundo

I

El paso de mi boca por tu nombre

es el grito de una guerra antigua.

El recuerdo de tus manos es mi error antropológico.

La lanza de tu aroma: mi único hallazgo rupestre.

Nuestras armas son los pasos que caminaremos juntos

nos refugiaremos en las cuevas de la tierra

igual que las raíces de los bosques.

Nuestros pensamientos arderán en jeroglíficos tallados.

Nuestras palabras endurecerán la evolución del fósil

serán los testimonios de una cercanía falsa,

de un presentimiento de senderos que no han sido

sino un cielo bien clavado a nuestra mente.

II

Haré llegar turistas y talaré todos los árboles.

Si acaso queda un fruto,

un códice legible

como el paso de mis letras por tu boca;

será entonces territorio neutro,

territorio de las aves migratorias,

de las nuevas civilizaciones.

Todas nuestras luchas absolverán tu nombre.



Día con día

Soy beneficiario del delirio
de la demencia que sostengo,
de mi gesto alcoholico sobre los versos,
porque ya sé, Lowry,
que hasta la mala poesía es mejor que la vida.
¿Y qué hay de la esperanza entonces?
¿Qué hay de las preguntas estancadas?
¿Seguiremos construyendo este pretil de muertos
con palabras en la punta de la lengua?
¿Qué hay de la esperanza entonces?
-If even apocalypse is fleetin'-

Porque puede que sea un mundo tranquilo
como un trago breve a la botella.
Ya sé que todo está dicho,
pero mi cabeza olvida.
mi cabeza ignora.
Olvidar e ignorar:
ignorar la sombra hirsuta de la muerte,
olvidar que el hombre atesora sus colapsos.
Recordar nuestros jardines y nuestra ponzoña.
Olvidar los precipicios,
porque no es una caída el hombre
-nada es una caída-
ni la poesía y sus abismos
donde el vértigo se extingue poco a poco;
ni las carreteras largas y desiertas
donde la botella es terminal de la esperanza
y la muerte es el grillete que no sé.


lunes, 22 de marzo de 2010

Poemas de Simon Armitage (Traducciones de Carlos López Beltrán y Pedro Serrano)

[No convictions]

No convictions - that's my own major fault.
Nothing to tempt me to scream and shout, nothing
to raise Cain or make a song and dance about.

A man like me could be a real handful,
steeping himself overnight in petrol,
becoming inflamed in behalf of the world,
letting his blood boil, letting his hair curl.

I have a beauty spot three inches south-east
of my nose, a heart that has to be a match
for any pocket watch, a fist
that opens like a fine Swiss Army knife,
and certain tricks that have been known
to bring about spontaneous applause.
But no cause, no cause.

[Sin convicciones]

Sin la menor convicción: ése es mi gran defecto.
Nada que me tiente a gritar o a aullar, nada
que merezca un escándalo, una alaharaca o un baile.

Un hombre como yo podría ser algo serio,
y empaparse en gasolina por la noche
e incendiarse para salvar al mundo,
dejando que su sangre hierba y su cabello se rice.

Tengo un lunar cinco centímetros al sureste
de mi nariz, un corazón que vale tanto
como un reloj de cadena, un puño
que se abre como una buena navaja suiza;
y algunos trucos que han sabido
provocar el aplauso espontáneo.
Pero ninguna causa, ninguna.

Snow joke

Heard the one about the guy from Heaton Mersey?
Wife at home, lover in Hyde, mistress
in Newton-le-Willows and two pretty girls
in the top grade at Werneth prep. Well,

he was late and he had a good car so he snubbed
the police warning-light and tried to finesse
the last six miles of moorland blizzard,
and the story goes he was stuck within minutes.

So he sat there thinking about life and things;
what the dog does when it catches its tail
and about the snake that ate itself to death.
And he watched the windscreen filling up

with snow, and it felt good, and the whisky
from his hip-flask was warm and smooth.
And of course, there isn’t a punchline
but the ending goes something like this.

They found him slumped against the steering wheel
with VOLVO printed backwards in his frozen brow.
And they fought in the pub over hot toddies
as who was to take the most credit.

Him who took the aerial to be a hawthorn twig?
Him who figured out the contour of his car?
Or him who said he heard the horn, moaning
softly like an alarm clock under an eiderdown?


Chiste nevado

¿Te sabes el del tipo aquel de Heaton Mersey?
La mujer en casa, la amante en Hyde, la querida
en Newton-le-Eillows y dos lindas chicas
en Werneth, en tercero de prepa. Bueno

pues como iba ya tarde y en muy buen coche
desdeñó las señales de alarma y quiso sortear
las seis millas finales de nevada en los Altos;
y en cosa de minutos, dicen, se había atascado.

Se entretuvo pensando en la vida y en cosas así,
lo que hace el perro al morderse la cola,
o la serpiente que se devora a sí misma.
Lo hallaron recostado en el manubrio

con las letras de VOLVO marcadas al revés
en la frente escarchada. Y alrededor de un ponche
discutieron después en el pub
quién de ellos tenía el mérito mayor.

Si el que confundió la antena con una vara seca,
el que reconoció la silueta del coche,
o el que dijo que oyó el quejido de la bocina
como un despertar bajo la almohada.

The dead sea poems

And I was travelling lightly, barefoot
over faedrock, then through lands that were stitched
with breadplant and camomile. Or was it

burdock. For a living I was driving
a river of goats towards clean water,
when one of the herd cut loose to a cave

on the skyline. To flush it out, I shaped
a sling from a length of cotton bandage,
or was it a blanket, then launched a rock

at the target, which let out a racket
-the tell-tale sound of man-made objects.
Inside the cave like a set of skittles

stood a dozen caskets, and each one gasped -
a little theatrically perhaps —
when opened, then gave out a breath of musk

and pollen, and reaching down through cool sand
I found poems written in my own hand.
Being greatly in need of food and clothing,

and out of pocket, I let the lot go
for twelve times nothing, but saw them again
this spring, on public display, out of reach

under infra-red and ultra-sonic,
apparently worth an absolute packet.
Knowing now the price of my early art
I have gone some way towards taking it all
to heart, by bearing it all in mind, like
praying, saying it over and over

at night, by singing the whole of the work
to myself, every page of that innocent,
everyday, effortless verse, of which this

is the first.

Los poemas del mar muerto

Y yo viajaba ligero, descalzo sobre la roca,
y luego por tierras zurcidas
de manzanilla y bardana; o acaso

cadillo. Vivía de conducir
un torrente de cabras hacia las aguas claras,
cuando una de ellas se desprendió hacia una cueva

sobre los riscos. Para hacerla emerger hice
una honda con vendas de algodón
o acaso una sábana; tiré una piedra

hacia el blanco, y se oyó un estruendo;
un sonido que delataba objetos humanos.
En la cueva como un juego de bolos

se erguían doce urnas; y al ser abiertas
cada una resopló —un tanto teatralmente —
soltando un aliento a almizcle y a polen,

y al hurgar entre la arena fresca encontré
unos poemas escritos por mi propia mano.
Harto necesitado de ropa y comida, sin dinero,

me deshice de ellos por una bicoca;
pero esta primavera los he vuelto a ver,
expuestos al público e inalcanzables,

bajo rayos infrarrojos y ultrasonido,
y al parecer valuados en un dineral.
Ahora que sé el valor de mis primeras letras
he comenzado a tomármelo a pecho,
a llevarlo todo en la mente,
como plegarias que repito y repito,

por las noches; y canto toda mi obra
para mí mismo, cada página de esta inocente,
cotidiana versada, que comienza

con éste.

Chapter and verse

They were ushered along to the water's edge
to wait. Then one further back on the bank
said drink, so they drank, some of them
cupping their hands, taking the water like gods,
and some of the kneeling and lapping the water
like dogs.

And those that had sunk to their knees, gone down
on all fours, they were taken aside and tried
for stooping as low as a beast, but moreover
for kissing themselves on the lips in the lake.
They were all of them guiltyand gathered together
and thumped. In the face. And those that were saved
were rewarded with mirrors and cups and praise
having made at the lake such a lasting impression.

Here endeth the first lesson.

Capítulo y versículo

Fueron conducidos a la orilla del agua
para esperar. Allí, alguien, desde atrás,
les dijo beban, y bebieron, algunos
con las manos enconchadas, tomando el agua como dioses,
y algunos arrodillados, lamiendo el agua
como perros.

Y los que se arrodillaron, echados
en cuatro patas, fueron apartados y juzgados
por caer tan bajo como una bestia, y peor aún
por besarse los labios en el lago.
Tos fueron culpables y a todos reunieron
y golpearon. En el rostro. Y aquellos que se salvaron
fueron recompensados con espejos y copas y elogios,
ya que en el lago habían hecho tan perdurable impresión.

Y así culmina la primera lección.

martes, 16 de marzo de 2010

Una habitación iluminada

Me despiertan las cortinas de mi casa
y no abrazo la costumbre de leer en las mañanas
un poco de lo que ha pasado mientras no estoy consciente

o escribir con la primera certeza lo que se sabe
algo tan real como estar despierto en la seguridad
de estar rodeado de lo que nos pertenece

en todo caso debe ser muy cercano a la felicidad
hacer la vida en un instante y nombrar sin voz lo verdadero
mi casa unos amigos mi mujer la vida y todas las otras cosas.

sábado, 13 de marzo de 2010

¿Habré dormido?

sí bebí,

bebí y ahora estoy decapitado.

Despierto

y lo resisto como ave lastimada.

Escucho la sangre que vacía mi cabeza,

la pausa del pulso que se agolpa,

el trote de un caballo y su jinete muerto

Y a galope de latidos en la sien,

la furia de un infante me domina,

me ataca con la tos de las mañanas,

me crispa la columna con el frío;

convierte mi razón en un anciano

que me inventa enfermedades,

endurece mis ojos, mis huesos de durazno.


Esperaría

si pudiera,


sentir la hez etílica de un escupitajo,

mantener completa las hojarasca del invierno

que aprieto con mi mano sudorosa;

recordar las consecuencias de lo inevitable:

los límites me obligan a creer en las distancias.


Y quisiera temerle más al nuevo día.

No me faltaría la soga al cuello,

la cuchilla a los tendones,

sobredosis de palabras o substancias en mi cuerpo.

Pero me levanto aún a oscuras

y desnudo,

desnudo como sólo yo podría estarlo.

Exiliados del Naufragio

I
Ayer me visitó una isla,

encalló en el puerto de mi boca,

dividió las aguas claras de mis ojos

y marcó caminos de tormenta.


Bajó flotando hasta mi pecho

con aires de turista incierto.

Reconoció mis vientos más alegres,

miró el amanecer en la orilla de mis dedos

y lloró el rocío de sus follajes.


Repartió su fauna entre mis venas,

y el polen de sus viejas flores

se volvió raíz de continente.


Se juntaron los rugidos de sus bestias

con los ecos curativos de tu nombre,

con el ruido de las olas de mi muerte,

con el vuelo de las alas primerizas.


II
La isla recordó sus viejas noches

la marea violeta de su luna más precoz,

su antigua condición volátil

de tierra sitiada por la sal.


Su historia, se resbala por mis poros y mi aliento:

colonizó mi cuerpo y deterioró mis selvas;

remplazó mis ídolos con su silencio de isla en ruinas

y con sus presagios conocidos de ave próxima.

III
De la pasión impura entre una isla y su hombre

nacieron tres bellas nostalgias nuestras:

la primera se llamó niñez

la segunda fue llamada paraíso.

La tercera nunca tuvo nombre

pero siembra terremotos en el tiempo.

martes, 9 de marzo de 2010

Necesidades

Quisiera tejerle unas palabritas
al bicho para que no sea tan bicho
y por qué no,
al triste para que no esté tan triste.

Hablar de luz, peces y texturas,
rellenar cada huequito
con palabras líquidas
con líquenes palabríticos.
Decir sólo la verdad
con palabritas que vistan bichos,
deshacedoras de agravios.

Pero los bichitos seguirán siendo bichitos
y las palabras no sabrán decir otra verdad.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Guardas

Cada vez menos cruzan la frontera,
pese a todo el mismo suelo nos nutre de migraciones,
el mismo cielo recorta el perfil del vuelo

y guarda las piedras en sus cajas,
para volver al juego de las estatuas,
cada piedra se guarda en la memoria de su infancia,
llenando los ojos de arena y grava,
cada vez más
el mismo suelo escapa de las fronteras
y regresa a su casa.



Powered By Blogger